
Dentro de las organizaciones encontramos que el ciclo gerencial está compuesto por cuatro etapas muy importantes las cuales son: planeación, organización, dirección y control.
Dentro de cada una nos hacemos y respondemos las siguientes preguntas:
¿Qué se va a hacer?
¿Por qué se va a hacer?
¿Cómo se va a hacer?
¿Qué se haga?
¿Se logró el objetivo?
Al realizar estas preguntas y dar una respuesta evidenciamos hacia dónde va la organización, como debemos fijar las metas y cuáles serán los objetivos a corto, mediano y largo plazo.
De lo anterior sale el plan de acción a realizar en nuestra organización y que se divide en tres partes:
- Hacer: este se divide a su vez por componentes: entrenar: desarrollar habilidades, conocimientos y compromiso con el plan. Y ejecutar: poner en práctica el plan de acción.
- Verificar: implica contrastar objetivos vs resultados y analizar las causas de las desviaciones.
- Actuar: implica corregir, o sea, introducir los cambios para reorientar la acción. Y estandarizar, plantear procedimientos para evitar desviaciones futuras a lo planeado.
¿Por qué es importante planear?
- Nos ayuda a determinar la razón de ser de la organización.
- Permite fijar metas y objetivos a corto, mediano y largo plazo.
- Aumenta la probabilidad de lograr los resultados deseados.
- Genera compromiso de la gente hacia la organización.
- Establece las directrices que se han de seguir.
- Orienta los esfuerzos en la misma dirección.
- Distribuye mejor y de manera más eficiente los recursos.
- Optimiza el tiempo de trabajo.
- Mejora los canales de comunicación.
- Brinda seguridad a la gente sobre lo que debe hacer y lo que espera de su actuación.